Para Beth Teller todo ha cambiado desde ese día. El día en que murió.

Su padre es la única persona que puede verla y oírla desde que sufrió el accidente, y está abrumado por la pena. Pero ahora los dos tienen un caso policial que resolver, y Beth espera que la tarea vuelva a conectar a su padre con la vida.

El misterio los lleva a un pueblo perdido en el interior de Australia, en el que ha estallado un incendio en circunstancias sospechosas. Las únicas pistas son un cadáver no identificado y una joven testigo que vagaba por los alrededores y que les ofrece un relato confuso y plagado de acertijos. Se llama Isobel Catching, y su historia resulta apasionante e inquietante a partes iguales. Sin embargo, no parece tener nada que ver con el caso.

Pero a medida que Beth y su padre se adentran en la investigación, el relato de Catching empieza a cobrar un sentido inesperado, tanto para la investigación como para los dos protagonistas. Y así, lo que parecía un cuento macabro se precipita hacia su desenlace en un final inolvidable y definitivo...

Que tal vez solo sea el principio. 

Cuando solicité este libro, tenía claro que se trataría de una historia de corte Young Adult (15-18 años), y por tanto sabía lo que iba a encontrar entre sus páginas. A mí esto no me supone ningún problema, es más, me gusta bastante leer este tipo de libros porque me recuerdan a mi adolescencia y la dificultad que se presentaba al intentar encontrar historias de este género. Así que ahora que resulta tan fácil acceder a ellas, me gusta leerlas, disfrutarlas y compartirlas con vosotros/as.

En Lo contrario del gris vamos a encontrar una historia con tintes de novela negra y paranormal, y con influencias de la cultura aborigen. Es cierto que no estamos ante una historia que sea muy compleja, pero sí que está muy elaborada. Todo lo que en ella aparece tiene un sentido y una finalidad, por lo que nada sobra. Sus capítulos intercalan la trama policíaca, donde se investiga una serie de desapariciones y asesinatos, con escenas de estilo paranormal entre Beth, que es un fantasma, y su padre, que es el único que puede verla. Está narrado a dos voces con un estilo diferente cada una: prosa y verso. Además, se relatan escenas muy duras y complicadas a través de metáforas muy bellas, que no resultarán difíciles de entender para los más jóvenes. Al tratarse de una historia influenciada por la cultura aborigen, los autores han pretendido hacer una reivindicación a la ausencia de interés que el mundo ha mostrado ante la violencia ejercida en estos pueblos, dotando a los protagonistas de un sentido de la justicia para que levanten la voz y sean escuchados.

Personalmente, me ha sorprendido muy gratamente la historia que he encontrado. Consigue atrapar por completo al lector y su lectura es muy dinámica. Resulta muy interesante ir viendo cómo los protagonistas van evolucionando y encontrándose a sí mismos, aunque reconozco que me hubiera gustado ver un mayor desarrollo de otros personajes que también me han parecido muy importantes.

En general, Lo contrario del gris, es una lectura que recomiendo para todos aquellos jóvenes que se quieran introducir en el género de la novela negra y paranormal. Y también, por qué no, para todos aquellos adultos que quieran disfrutar de una lectura ágil y adictiva.

Muchas gracias a Editorial SM por el envío del ejemplar.

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