En contraste con la reseña anterior, donde os hablaba del primer tomo de esta trilogía ("Nuncanoche") y de lo mucho que me había gustado, hoy os traigo la reseña de esta segunda parte que en mi opinión no está a la altura de lo que esperaba.

Sinceramente, y en mi opinión, este libro me ha decepcionado mucho. Las tramas que se desarrollan en el libro para mí no tienen ningún interés. Al principio, como mencionaba antes, el autor presenta estas dos historias y las va alternando a cada capítulo. Yo esperaba que cuando ambas se conectaran en el tiempo, todo empezaría a ser más interesante y a tener sentido, pero lo cierto es que con el paso de los capítulos, la trama principal se va diluyendo y el verdadero motivo de Mia se pierde. Prácticamente todo el libro está narrando batallas, luchas a muerte, que me recuerdan al circo romano. A mí este tipo de historias no me gustan y considero que no han aportado nada a la trama, pero como digo se trata de una opinión personal. A parte de que esto no sea de mi gusto, me da la sensación de que la historia se ha desviado muchísimo del camino, y que poco tiene ya que ver con la trama del primer libro. Sin duda, lo más interesante sucede en las últimas 100 páginas, donde hay muchísimos giros en la trama y donde todo empieza a cobrar un poco de sentido. El final es apoteósico, pero suceden tantísimas cosas que todo resulta muy precipitado, y justo cuando empieza a ponerse interesante, el libro termina. Otra cosa que me gustaría mencionar, es que en este libro no se resuelve ninguna de las dudas que nos quedaron en el primer libro, por lo que cuando terminas de leerlo, parece incluso como si estuviera de más. De hecho, creo que todo el libro podría haberse resumido mucho más. En general me ha decepcionado bastante, pero espero que todo lo que no se ha resuelto en el segundo, lo haga en el tercero.

Siguiendo con los personajes, hay una clara evolución del personaje de Mia. En el primer libro pude entender las motivaciones que tenía para lo que hacía, pero en este, esas motivaciones se ven opacadas por otras actitudes que no he llegado a entender. Gracias a las aportaciones de los personajes secundarios Mia empieza a plantearse si realmente el fin justifica los medios, sin embargo estos me han parecido más planos que los personajes secundarios del primer libro, como si el autor no se hubiera querido parar a desarrollarlos más.

El worldbuilding sigue siendo el punto fuerte de estos libros, y es que en este descubrimos más lugares de la República de Itreya, como Galante, Puentenegro, Fuerteblanco, etc. También conocemos más sobre la cultura itreyana.

Por último, el estilo del autor se mantiene, aunque parece que en este libro se recrea, quizás en exceso, en describir las batallas. Estas descripciones tan exhaustivas hacen que el libro se vuelva muy lento. También he encontrado que en este libro, se hace menor uso de la ironía y el humor que tanto me gustó en el primero.

En conclusión, creo que Tumba de Dioses va a ser una especie de transición entre el primer libro y el tercero. Como decía anteriormente, este libro no resuelve ninguna de las dudas que nos arrojaba el primero, por lo que todas se verán resueltas en Darkdawn, que espero sea un libro apoteósico.

Gracias a Plaza & Janés por el ejemplar.

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